Me encanta cuando cocinas con lo que encuentras en la casa y en un
frigorífico más bien vacío. Esa capacidad de improvisación en la que, sobre la
marcha y con poquita cosa, elaboras un plato de alta cocina. ^^ Esto me ha
pasado en esta receta. Fuí al frigorífico y encontré unas berenjenas, patata
cocida del almuerzo, tomate frito casero, un poco de queso, huevos … ¿Qué hacer con todo esto? Pues una lasaña. A
ver que tal queda.
INGREDIENTES:
Pasta para lasaña
Berenjena
Miel
Patata cocida en dados
Tomate frito casero
Nata culinaria
Queso rallado
Huevos
Sal, pimienta, orégano
ELABORACIÓN:
En abundante agua hirviendo con un poco de sal, aceite de oliva y
orégano, siguiendo las indicaciones del fabricante, se ponen a cocer las hojas
de pasta para la lasaña.
Se limpia la berenjena, se corta en rodajas y se cocina en una sartén
con un poco de aceite, hasta que estén tiernas. Se saltea la patata cocida, con
el tomate frito casero. Se añade un poco de nata. Se salpimienta al gusto.
Se coloca un poco de tomate en la base de una bandeja de horno o un aro
de montaje. Se pone una capa de pasta y la berenjena. Se salpimienta y se añade
un poco de miel. Se coloca otra capa de pasta y las patatas salteadas con
tomate. Otra capa de pasta y terminamos en este caso con queso rallado y un
huevo. También se puede terminar con bechamel, salsa mornay (bechamel + queso +
yema de huevo)…
Se mete al horno y se deja gratinar la superficie.
Se coloca la lasaña en un plato y se adorna con un poco de orégano.
De penas y de cenas están las sepulturas llenas (o la versión De grandes cenas están las sepulturas llenas).
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